Estadio San Mamés

El estadio San Mamés fue el primer campo de futbol en obtener el sello de sostenibilidad LEED.
Uno de los principales retos que supuso el proyecto fue que ni el equipo ni la afición podía desplazarse a otro estadio durante la fase de ejecución, por lo que el plan de obra fue desarrollado en varias fases, permitiendo la demolición del antiguo San Mamés una vez que la primera fase del nuevo estadio fue completada, compartiendo ambas construcciones una de las gradas laterales del estadio.